La colocación correcta de los electrodos en una electromiografía (EMG) es esencial para obtener mediciones precisas de la actividad eléctrica de los músculos. A continuación se ofrece una guía sobre cómo colocar los tres electrodos de una EMG:
- Identifique el músculo que desea registrar.
- Coloque el primer electrodo (el electrodo negro de tierra) en una zona no activa del músculo, normalmente cerca de la zona que va a registrar. Esto sirve de referencia para la actividad eléctrica.
- Coloque los otros dos electrodos (rojo y blanco) a ambos lados de la zona de interés.
Algunos principios para aumentar la calidad del registro:
- Asegúrese de que el lugar elegido está cerca de la masa muscular objetivo para minimizar la capa de tejido entre los electrodos y las fibras musculares.
- Coloque los electrodos en línea con las fibras musculares, preferiblemente paralelos, para mejorar la sensibilidad y la especificidad. Los electrodos colocados perpendicularmente a las fibras pueden dar lugar a una menor selectividad.
- Evite la región de la placa motora. Los electrodos colocados allí suelen registrar amplitudes reducidas debido a la amplificación diferencial. La posición preferida para los electrodos es en el centro del vientre muscular, entre una zona de inervación y la unión miotendinosa, en alineación con las fibras musculares.
- Elija ubicaciones con puntos de referencia anatómicos claros, lo que facilitará la colocación coherente de los electrodos en sesiones posteriores.
- Seleccione lugares que no interfieran con la visión o el movimiento, y evite zonas problemáticas como pliegues cutáneos, prominencias óseas y otras obstrucciones.
- Limite las interferencias de los músculos vecinos eligiendo el tamaño y la separación adecuados de los electrodos.
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